En la antigüedad, la ciudad de Chichén Itzá era un centro cultural y religioso del pueblo maya. Hoy, sus ruinas son un gran sitio arqueológico, ubicado en la península de Yucatán, en el sur de México.
El nombre de la ciudad proviene en parte de dos grandes cenotes, o pozos, que se encuentran en el sitio. Chi significa «bocas», chen significa «pozos» e Itzá es el nombre de una tribu maya que se estableció allí.
La ciudad fue fundada alrededor del siglo VI dC por individuos de los mayas que se cree que vinieron de las tierras bajas de la península de Yucatán. Alrededor del año 1000, la ciudad fue invadida por extranjeros. Se supone que estos invasores eran hablantes de la lengua maya, provenientes del centro de México e influenciados por el pueblo tolteca.
Los invasores hicieron de Chichén Itzá su capital y construyeron varias estructuras nuevas.
En algún momento de la segunda mitad del siglo XIII, la ciudad fue abandonada, pero para los mayas siguió siendo un lugar sagrado. A mediados del siglo XIX, los exploradores europeos descubrieron el lugar. Desde entonces, los arqueólogos han estado trabajando para revelar y estudiar las numerosas ruinas de Chichén Itzá.